Por: Mirna Concha, periodista
Publicado el 3 de enero de 2010
Siento mucho dolor al leer dia a dia reacciones soverbias, duras, faltas de humildad, de autocrítica, de unidad. Entiendo perfectamente que el escenario político cambió el 13 de diciembre cuando Chile se expresó. Pero también entiendo que estamos ad-portas de ser protagonistas de un nuevo cambio histórico el 17 de enero.
¿Acaso somos incapáces de escucharnos? ¿Es tanta la rabia que hemos acumulado unos con otros en estos 20 años? ¿Son tantas las diferencias? ¿Más que las cosas que nos unen? Me preocupa tremendamente la agresividad que percibo, sobre todo porque de ganar Piñera -cosa que dudo- seremos protagonistas de un lamentable espectáculo: la "noche de los cuchillos largos", en la que todos pedirán las cabezas de todos, las culpas serán transferidas de una coalición a otra, pero nadie se detendrá a analizar qué hicimos de verdad, colectivamente, generosamente, unitariamente para evitar dicha situación. Como escribía hoy Rossana Cárcamo, ¿qué le diremos a nuestros hijos y nietos?
Más allá de la postura individual que adoptarán quienes apoyaron a Marco en primera vuelta, me inquieta que de verdad nos detengamos a escuchar cuál era su real expresión, esa de fondo, la que claramente se vio cubierta por otros escenarios. Es que podemos discrepar en la forma, pero ellos planteaban la urgente necesidad de renovación en la política, planteamiento que estoy segura la mayoría de nosotros comparte.
Lo mismo con el Juntos Podemos, que si bien hoy dio el vamos al comando de izquierda por más democracia contra Piñera, también tiene planteamientos claros y categóricos que manifestar para el Chile del futuro. Más aún hoy con tres parlamentarios electos.
No creo que sea justo transferir responsabilidades, apuntar con el dedo. Creo que al revés, hay que asumirlas. El ex parlamentario y ex ministro Andrés Zaldivar lo ha dicho: "La elección será estrecha por culpa de la propia Concertación, pero va a ganar Frei".
El Senador Juan Pablo Letelier ha señalado que "no hay peor sordo que el que no quiere oir". Pero aún estamos a tiempo de escuchar. No da lo mismo quien gobierne e -insisto- estoy segura que Chile no se equivocará en su opción, pero es de una inmensa soberbia y un error político garrafal considerar que sólo fue "una rabieta" o "un gustito" lo expresado en el 6,21% que respaldó a Jorge Arrate y el 20,13% que estuvo con Marco Enríquez-Ominami.
No confundamos al enemigo. El 18 de enero el escenario político habrá cambiado, gane quien gane. Y ahi debemos iniciar rapidamente las transformaciones haciéndonos eco de lo expresado por ese 26,34 por ciento, ¡cifra no menor!
Solo así, escuchándonos, con respeto, con humildad, con propuestas, con generosidad y unidad, podremos construir el Chile del futuro, con historia y con memoria. ¡Ese es el desafío!
Publicado el 3 de enero de 2010
Siento mucho dolor al leer dia a dia reacciones soverbias, duras, faltas de humildad, de autocrítica, de unidad. Entiendo perfectamente que el escenario político cambió el 13 de diciembre cuando Chile se expresó. Pero también entiendo que estamos ad-portas de ser protagonistas de un nuevo cambio histórico el 17 de enero.
¿Acaso somos incapáces de escucharnos? ¿Es tanta la rabia que hemos acumulado unos con otros en estos 20 años? ¿Son tantas las diferencias? ¿Más que las cosas que nos unen? Me preocupa tremendamente la agresividad que percibo, sobre todo porque de ganar Piñera -cosa que dudo- seremos protagonistas de un lamentable espectáculo: la "noche de los cuchillos largos", en la que todos pedirán las cabezas de todos, las culpas serán transferidas de una coalición a otra, pero nadie se detendrá a analizar qué hicimos de verdad, colectivamente, generosamente, unitariamente para evitar dicha situación. Como escribía hoy Rossana Cárcamo, ¿qué le diremos a nuestros hijos y nietos?
Más allá de la postura individual que adoptarán quienes apoyaron a Marco en primera vuelta, me inquieta que de verdad nos detengamos a escuchar cuál era su real expresión, esa de fondo, la que claramente se vio cubierta por otros escenarios. Es que podemos discrepar en la forma, pero ellos planteaban la urgente necesidad de renovación en la política, planteamiento que estoy segura la mayoría de nosotros comparte.
Lo mismo con el Juntos Podemos, que si bien hoy dio el vamos al comando de izquierda por más democracia contra Piñera, también tiene planteamientos claros y categóricos que manifestar para el Chile del futuro. Más aún hoy con tres parlamentarios electos.
No creo que sea justo transferir responsabilidades, apuntar con el dedo. Creo que al revés, hay que asumirlas. El ex parlamentario y ex ministro Andrés Zaldivar lo ha dicho: "La elección será estrecha por culpa de la propia Concertación, pero va a ganar Frei".
El Senador Juan Pablo Letelier ha señalado que "no hay peor sordo que el que no quiere oir". Pero aún estamos a tiempo de escuchar. No da lo mismo quien gobierne e -insisto- estoy segura que Chile no se equivocará en su opción, pero es de una inmensa soberbia y un error político garrafal considerar que sólo fue "una rabieta" o "un gustito" lo expresado en el 6,21% que respaldó a Jorge Arrate y el 20,13% que estuvo con Marco Enríquez-Ominami.
No confundamos al enemigo. El 18 de enero el escenario político habrá cambiado, gane quien gane. Y ahi debemos iniciar rapidamente las transformaciones haciéndonos eco de lo expresado por ese 26,34 por ciento, ¡cifra no menor!
Solo así, escuchándonos, con respeto, con humildad, con propuestas, con generosidad y unidad, podremos construir el Chile del futuro, con historia y con memoria. ¡Ese es el desafío!
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