MIRNA CONCHA

Estudié periodismo en Canadá donde viví el exilio durante diez años junto a mis padres y hermanas. Regresé a Chile en 1984 y desde entonces mi trabajo -en inglés y castellano- ha sido difundido en radios, agencias de noticias, portales de internet y diarios en Chile y el extranjero, así como en publicaciones del Ontario Institute of Studies in Education (OISE) de la Universidad de Toronto. Mi compromiso ha sido siempre con la democracia y la defensa de los derechos humanos.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Longueira: “¡Vénganse, tenemos trabajo para todos!” Por Mirna Concha, periodista y analista comunicacional

http://www.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20121210/pags/20121210105116.html El ministro de Economía Pablo Longueira ha hecho una invitación masiva a los españoles: “¡Vénganse, tenemos trabajo para todos!”, tituló el diario La Vanguardia. La entrevista da cuenta de los éxitos económicos de Chile, calificado por el periodista como "la Suiza de Latinoamérica" o "el milagro de Latinoamérica", citando a Milton Friedman. Longueira reconoce que el 50 por ciento del comercio chileno va al continente asiático, pero lo que no menciona es que eso es fruto de las giras comerciales realizadas á comienzos de los noventa por los Presidentes Patricio Aylwin y Eduardo Frei, ambos muy criticados, en su momento, por la derecha por aquellos viajes. La invitación del ministro a los españoles es clara y directa: venir a la industria minera; "necesitamos ingenieros para la minería, para la infraestructura, para servicios globales". Eso es en el norte de Chile y particularmente la Región de Antofagasta "una de las grandes regiones mineras del mundo", advierte. He trabajado en la Región de Antofagasta. Es cierto que en los últimos diez años ha crecido enormemente, que la industria inmobiliaria avanza por el desierto levantando edificios vendidos en verde, pero, a mi juicio, no solo se debe promovercomo un panal de riqueza, pues también se debe indicar que el costo de la vida es por lo menos un tercio más alto que en el resto del país y mostrar otros aspectos no tan exitosos que saltan a la vista en cuanto uno ingresa a la ciudad. Me encontré con españoles, italianos, ecuatorianos, colombianos, rusos, turcos, entre otros extranjeros que han venido a "Antofagasta, el New York chileno", título de la columna que publiqué en este mismo medio citando la expresión vertida entonces por un ciudadano español. Y reitero lo que un ecuatoriano me manifestó: "¿Los chilenos no se dan cuenta de lo que está ocurriendo en Antofagasta? Los capitales extranjeros están cómo sanguijuelas llevándose sus recursos naturales y ustedes lo permiten, no ponen restricciones para su explotación ni tampoco a quiénes vienen a trabajar acá. Sí, Chile hoy es el país con los mejores índices económicos de América Latina, pero ¿qué va a pasar en 20 años?". La semana pasada estuve nuevamente en Antofagasta. Me llamó la atención que en calle Washington, a un costado de la Plaza de Armas, la fila para extranjería es cada vez más larga y estos se deben amanecer para lograr un número de atención. Hace un año conversé con autoridades del Gobierno Regional que ya estaban preocupadas por las más de 500 personas de distintas nacionalidades que hacían esta fila semanalmente. Ahora esa cifra claramente ha aumentado. "En cinco años será una ciudad cosmopolita", me comentó entonces el funcionario gubernamental preocupado por la falta de infraestructura requerida. Y esto sin considerar la gran cantidad de chilenos que ha migrado del sur en búsqueda de mejores oportunidades. Para ingresar a Chile en calidad de turista sólo se requiere pasaporte vigente, lo que sumado a un contrato con un año mínimo de extensión y continuidad laboral ininterrumpida, permite obtener residencia.En Antofagasta la mayoría de los extranjeros trabaja en empleos precarios: restaurantes, locales de comida rápida, conserjerías de edificios, ventas de todo tipo. Para los empleadores puede ser mano de obra barata, pero para muchos de ellos es, claramente, más de lo que en sus países pueden aspirar. Habría que preguntarle al Ministro Longueira si, como "nieto de españoles", como él mismo se describe en la entrevista, tiene pensado algún programa especial para los españoles en particular, o si está trabajando con los organismos correspondientes para recibirles. La inmigración es compleja, con muchos ribetes buenos y malos, como en todo, y ante tanta promoción del milagro económico chileno es un tema sobre el cual claramente las autoridades gubernamentales y parlamentarias deben comenzar a pronunciarse. (*) Autora "Crónicas en sepia, réplicas de una dictadura", Editorial Caballo de Mar 2010.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Resultados electorales: ¿para qué tantas encuestas, mea culpas, estudios y análisis? Por Mirna Concha, periodista y analista comunicacional

Publicado por: www.cambio21.cl (http://www.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20121130/pags/20121130123809.html) Los análisis post elecciones (presidenciales 2010 y recientes municipales) parecen haber quedado en mea culpas y buenas intenciones de modificar antiguas conductas pero en la cotidianeidad no se visualizan señales tendientes a variar antiguas prácticas. Ya en el año 2002 Norbert Lechner, fallecido cientista político, abogado e investigador del PNUD, en su obra "Chile - El arraigo de la democracia en la vida cotidiana"- anticipaba que los chilenos parecen estar satisfechos "con el funcionamiento de la democracia y con la situación económica" y, más aún, precisaba que: "parece ser que muchos ciudadanos le otorgan una importancia mayor a la solución de sus problemas que a la continuidad del régimen democrático". Lechner fue más allá indicando que a su juicio, la indiferencia de los chilenos frente a la democracia podría estar motivada, entre otras razones, "por la distancia existente entre la experiencia cotidiana de la gente y la democracia". "Sostengo la hipótesis que esa brecha sería el producto de los cambios culturales de nuestra época. Me refiero a los cambios rápidos y profundos en las maneras prácticas de "vivir juntos" sin que, al mismo tiempo, las personas hubieran reformulado las representaciones colectivas que se hacen de la sociedad", precisaba. Ocho años después, en noviembre de 2010, la encuesta CEP reveló que el 76 por ciento de los chilenos no encontraba ninguna virtud en los partidos políticos y se refirió al desinterés de los jóvenes. ¿Nadie toma en cuenta estos estudios/análisis? De acuerdo a Lechner y a la CEP, el resultado de las últimas municipales era absolutamente previsible. ¿Por qué entonces se promulgó la propuesta de Sebastián Piñera de inscripción automática y voto voluntario, vigente desde el 31 de enero de 2012? ¿Para qué sirven las encuestas, los estudios, los análisis y los expertos si sus consideraciones no son tomadas en cuenta por las estructuras político-partidarias ni gubernamentales? Josefa Errázuriz, quién más que haber derrotado a uno de los últimos baluartes de la dictadura en Providencia pasó a la historia por su nueva forma de relacionarse con la ciudadanía, experiencia que dijo haber puesto a disposición-para socializar y replicar a nivel país- a la ex Presidenta Bachelet durante la llamada telefónica que ésta le hiciera posterior a su triunfo. Errázuriz no ha descubierto nada nuevo,sólo hizo carne lo anteriormente descrito: escuchar a la gente, participación ciudadana, unidad y por sobre todoempatía, todos temas que al parecer a las grandes estructuras les cuestatanto replicar.¿O será que no tenemos encarnada la cultura del diálogo y que la participación cívica es sólo un atractivo slogan? El escenario novaría. Los partidos inician las presentaciones de sus candidatos y comienzan las tradicionales primarias internas. ¿Y dónde queda la gran masa, es que no participó del último proceso electoral? ¿Por qué no realizar un referéndum, cabildos, diálogos u otras instancias de participación para definir quién en realidad quiere la ciudadanía que le represente? Tal vez eso evitaría las altas abstenciones que probablemente se volverán a reflejar en el resultado electoral 2013. ¡Aún estamos a tiempo! (*) Autora "Crónicas en sepia, réplicas de una dictadura", Editorial Caballo de Mar 2010