MIRNA CONCHA

Estudié periodismo en Canadá donde viví el exilio durante diez años junto a mis padres y hermanas. Regresé a Chile en 1984 y desde entonces mi trabajo -en inglés y castellano- ha sido difundido en radios, agencias de noticias, portales de internet y diarios en Chile y el extranjero, así como en publicaciones del Ontario Institute of Studies in Education (OISE) de la Universidad de Toronto. Mi compromiso ha sido siempre con la democracia y la defensa de los derechos humanos.

jueves, 26 de agosto de 2010

El esperado reencuentro en los valores de antaño

Hay quienes sostienen que hablar de la dictadura, de recordar lo acontecido y escuchar a cantautores como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Víctor Jara, Quilapayún, Inti-Illimani, Illapu y otros, es sinónimo de haberse “quedado pegado”, “en el pasado”, de no querer “dar vuelta la página”. Esta crítica fue fuerte durante los últimos 20 años y también durante la última campaña presidencial. Entonces, quienes lo seguíamos haciendo, éramos catalogados como nostálgicos y vistos como “feligreses” que manteníamos nuestros propios “altares”.

Post derrota electoral vivimos momentos de mucha orfandad. Soledad, negación, rabia, tristeza, dolor, desconfianza, son algunos de los sentimientos primarios que afloraron. Persisten, sin duda, pues son parte del necesario duelo que debemos vivir. No existen términos de éste por decreto, pero y sin embargo, la psicología establece que sus síntomas se prolongan por aproximadamente un año. Estamos en pleno proceso. No obstante, es tiempo de comenzar a levantar la cabeza.

“La Perrera”, en Temuco, un bar con características similares a las que en los años ochenta tenía el Café del Cerro en Santiago, fue anoche el lugar de encuentro para reinventarse. Podría considerarse como el necesario “útero” al que todos –sin excepciones- volvemos para obtener la palabra de aliento, la sonrisa perfecta, para arropar al alma, para recargar las energías necesarias para volver a pararse y enfrentar nuevamente las adversidades tras lamer las heridas.

Pese a su investidura parlamentaria, René Saffirio sigue siendo el mismo que los temucanos recuerdan: un íntegro y fiel representante de la G 80. Y así lo demostró una vez más al asistir al evento de “Los Adversarios”, un grupo hetereogéneo autoconvocado por múltiples inquietudes sociales que nace para reconstruir y proyectar con antiguos y nuevos valores, más allá de los colores políticos, un movimiento que retome la lucha por la construcción de una sociedad más justa, fraterna, pluralista e igualitaria.

“Somos parte de una historia que no debemos olvidar”, dijo René, y con mucha razón, porque al igual que las Madres de Plaza de Mayo en Buenos Aires, en España cada jueves se realizan rondas a una plaza para recordar a las víctimas del franquismo, régimen que surgió entre 1936 y 1939, pero que sólo concluyó con la muerte del dictador en 1975.

Chile debe construirse con memoria y con historia y sólo lo lograremos en la medida que sigamos reconociéndonos en nuestra génesis, conversando, manteniendo vivos los temas que tantos dolores nos provocan, pero que son consecuencia de una opción de vida que nos permite seguir, como canta Víctor Heredia, “sobreviviendo” y cantando como jilgueros.

lunes, 9 de agosto de 2010

Carta abierta al Presidente de la República, Sebastián Piñera

Temuco 9 de agosto de 2010



Señor
Sebastián Piñera
Presidente de la República
Presente

Estimado Señor Presidente:

Hoy es mi cumpleaños. He celebrado en familia y con mis amistades, como Ud. y todos los seres humanos lo hacemos. El único “lunar” en esta fecha –que por cierto siempre es de alegrías- es la situación laboral que vivo.

Soy periodista, con estudios en el extranjero, bilingüe inglés. Presto servicios profesionales a honorarios en el gobierno -en desarrollo indígena- intermitentemente desde hace diez años. Sí, si ya sacó rápidamente las cuentas, viví el exilio, retorné opcionalmente en cuanto obtuve mi título profesional para aportar a mi país.

El año 99 –por concurso, ya que si bien soy una mujer progresista, no tengo militancia política- ingresé al Ministerio de Planificación como asesora del entonces ministro y luego fui invitada a crear e instalar la unidad de comunicaciones de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), en Temuco, donde hasta la fecha resido. También he trabajado para grandes empresas asociadas al rubro de la minería en el norte, pero mi compromiso con la democracia, la defensa de los derechos humanos y la justicia social es permanente.

Soy una mujer creyente. Vivo sin odio, sin rencores, sin ánimo de revanchismo, pero siempre apelando a la justicia. Creí en sus palabras cuando en campaña dijo que este sería un “gobierno de unidad nacional”, estuve dispuesta a seguir colaborando -desde lo profesional y técnico- en el Programa Orígenes-CONADI, donde me desempeño como encargada de articular la oferta pública con pertinencia cultural. Tema no menor en lo que a la demanda de las comunidades mapuche en la Región de La Araucanía se refiere, ya que por esa vía se perfila un avance con ellas en función de su futuro y no limitado a temas como tierras y desarrollo agrícola, que han sido –entre otros- cuellos de botella para avanzar.

Hoy me motiva escribirle por lo mismo. Mi compromiso es con las comunidades, con esos seres discriminados y más vulnerables de nuestra sociedad. He puesto mi oficio a disposición, pero hoy –y porque los años en el servicio público me demuestran que muchas veces los mandos medios se toman atribuciones que sobrepasan su investidura- quien le escribe y cuatro profesionales más estamos siendo objeto de hostigamiento, amedrentamiento y acoso laboral. Debemos asumir que “el delito” que nos hizo merecedores de este trato fue ejercer nuestro legítimo derecho a una opción de país distinto.

Entiendo que las nuevas autoridades quieran reestructurar, hacer cambios….todo se puede, con respeto, con altura de miras y por sobretodo considerando la dignidad profesional y derechos laborales. Comentarios como, “aquí no se mueve una hoja sin que yo lo sepa”, seguido de la pregunta “¿Recuerda quién decía esa frase?” es un botón de muestra que se ha repetido en más de una ocasión. Hacinamiento intencionado para aislar a profesionales que fueron asesores del Coordinador Regional anterior en una oficina sin privacidad ni condiciones mínimas para ejercer las funciones, es otro de los abusos de poder y denostamiento de la dignidad laboral y profesional que se están cometiendo. No ha habido evaluaciones de desempeño, pese a que éstas fueron anticipadas y comprometidas por el Director Nacional de CONADI, Francisco Painepan, en una reunión que sostuvo con nosotros cuando asumió. Es más, se comprometió a que no habría despidos por diferencias políticas. Esto no sólo no se cumple, sino que además se está transformando en una constante práctica.

Señor Presidente. Si bien no comparto su visión país, soy chilena y trato -humildemente- de aportar con un granito de arena al desarrollo social de mi país. Cuando Ud. asumió y lo reiteró en su reunión con la ANEF, su promesa de campaña fue que no habría despidos en el sector público. Hoy ya perdimos la cuenta. Los últimos 30 fueron precisamente en la Presidencia de la República. Es hora, Señor Presidente, de transparentar qué tipo de servicio público tiene Ud. en mente, ya que claramente hay una profunda contradicción entre lo que Ud. señala públicamente y lo que sus Ministros y subalternos (mandos medios) están llevando a cabo al interior de las reparticiones.

Quedando a la espera de sus comentarios, atentamente



Mirna Concha Soto
Periodista
RUT: 7.049.012-9
Registro Colegio de Periodistas de Chile Nº 2.173
Celular: 77040860
Blog: http://mirnaconcha.blogspot.com/

domingo, 18 de julio de 2010

Chile, una sociedad con la brújula perdida

Mañana de domingo. Soleado, día primaveral por fin en Temuco, aunque las heladas se sentirán en cuanto el sol se deje caer. Despierto revisando la prensa. Me encuentro con una extensa entrevista a Piñera donde habla de todo y casi al final del texto, cayéndose y casi sin mayor relevancia, menciona que recibirá la propuesta de la iglesia católica y sólo se tomará algunos días -no semanas- en resolver. ¿Tan liviana puede ser una decisión que en lo medular -dejar en libertad a condenados por violaciones a derechos humanos- repercute en una parte importante de ciudadanos afectados por la historia reciente de nuestro país? También me cuestiono cuánto este tema, en realidad, le importa hoy a Chile.

Luego reviso este espacio. Me encuentro con diversos mensajes matinales. Capta mi atención uno en particular. "Todo el mundo preocupado de cómo comenzar (a escribir, un hogar, un jardín, criar hijos, el nuevo trabajo) pero la etapa principal es cómo seguir, consolidar, robustecer, regar, cuidar, trabajar para la cosechar", Zoltan Karpathy.

Me sirvo un café y observo Estado Nacional de TVN. Excelente participación del cientista político Alfredo Joignant. Del resto de los panelistas....mucho que desear en su preparación para un debate político de tan alto rating nacional e internacional. Igual me alegra ver que por lo menos ese espacio aún no ha sufrido censuras.

En el marco del debate sobre el aumento de la pobreza -resultado de la encuesta CASEN y la creación del nuevo Ministerio Social-, el Ministro Felipe Kast desliza -o más bien se le sale sin querer- que el ex Director de Presupuesto del gobierno de Lagos, el socialista Mario Marcel, está trabajando con ellos, que les “está colaborando en algunas cosas”, para el diseño del Ministerio Social.

Lo de Marcel se suma a varios otros militantes -o ex militantes- de partidos de la Concertación que han asumido la "gesta histórica de la nueva forma de gobernar, del nuevo gobierno de unidad nacional". Esto no sólo ocurre en Santiago, también a nivel regional.

Anoche con un antiguo amigo de la época de la dictadura, de la promoción, defensa y lucha por los derechos humanos, conversábamos de por qué la gente no está hablando de política, de por qué nadie está hablado de futuro, de por qué no hay propuestas. ¿Qué ocurre? Claro está que cada cual está en su pequeño "medio metro" tratando de sobrevivir.

Estamos siendo protagonistas de una época extraña, histórica, donde es hora de que la Concertación entienda que la derrota fue mucho más profunda que haber perdido el gobierno el 16 de enero. Es hora de que de una vez por todas los partidos políticos comprendan que la Concertación -como proyecto político, con lo bueno y lo malo- cumplió con creces las razones que le dieron vida. Mientras más pronto se asuma, se le ponga la lápida y los partidos políticos comiencen a escuchar lo que realmente ocurre en el Chile real, sólo entonces podremos volver a construir una propuesta de sociedad que realmente marque diferencias. El hecho de que haya varios ex concertacionistas en el gobierno revela que al parecer las diferencias eran sólo de matices.

Hoy hay que educar, encantar y volver a tener la capacidad de convocar. Ese debiera ser el gran desafío de los partidos políticos. Claro está que eso no ocurrirá mientras no salgan de su burbuja y se den cuenta que no están en sintonía real con la gente, con el país, cuando se den cuenta de que hay que construir, hacer propuestas de futuro, más que pasar tres años esperando que Michelle Bachelet vuelva a ser la candidata presidencial.

domingo, 11 de julio de 2010

Indulto a condenados por violaciones a DD.HH. ¿Qué esconde la "puesta en escena" de Piñera?

Por: Mirna Concha, periodista

Argumentando razones humanitarias (enfermedades, deplorable estado de salud y/o vejez, entre otros), el Comandante en Jefe del Ejército justificó ayer la posibilidad de que 209 condenados por violaciones a derechos humanos pudiesen ser beneficiados con el "Indulto Bicentenario" que solapadamente pretende incorporarles en el beneficio al que, además, podrían acceder condenados por otro tipo de delitos.

La noticia formal pasó prácticamente inadvertida. No tuvo grandes titulares, por el contrario. Fue lanzada al fervor del último partido de Chile en Sudáfrica. "Indulto Bicentenario: Iglesia pretende incluir a presos por violaciones a los derechos humanos. Gobierno se complica y deberá zanjar si los aplicará o no", fue la nota del diario electrónico Cambio 21. En ella, Cristián Precht, ex vicario de la Solidaridad, señalaba que "hay gente que está en la cárcel porque nunca los hemos perdonado: por delitos políticos, por DD.HH. ¿Seremos capaces como país de darnos la mano y empezar algo nuevo?", se preguntaba. ¿Seremos capaces? ¿Será esa la pregunta? O más bien ¿por qué deberíamos como sociedad aceptar que queden libres quienes tanto daño provocaron, quienes no tuvieron piedad en llevarse, desaparecer, asesinar o torturar a jóvenes, viejos, adultos, enfermos y mujeres embarazadas?

En los últimos días hemos sido testigos de la rebaja en la condena de Manuel Contreras y Pedro Espinoza por el crimen del General Carlos Prats y su esposa. ¿Por qué? ¡Claro! Hay quienes está conformes con el fallo por cuanto reconoce por vez primera que hubo "asociación ilícita". ¿Es suficiente eso para "transar" a todos los muertos, desaparecidos, torturados, presos y exiliados?

Luego, en un hecho insólito e inédito, el Ejército -por primera vez y curiosamente sin que nadie de la derecha -ni los más duros seguidores de Pinochet reaccionaran- reconoce que miembros de su institución cometieron estos crímenes, hace un "mea culpa" y solidariza con la familia Prats. Horas más tarde, Piñera -en Antofagasta, ciudad donde Pinochet era recibido con bombos y platillos- lo emula en el gesto y en una nueva actitud solapada expresa su "esperanza que habiéndose encontrado la verdad y habiendo pronunciado su veredicto la justicia, puedan al fin encontrar la paz, aquella por la cual han luchado durante tantos años".

¿Quiénes están detrás de toda esta "puesta en escena"? Me parece a lo menos extraño y curioso que a pocos días de que la Conferencia Episcopal entregue su propuesta a La Moneda, no se hayan escuchado voces condenatorias por parte de los partidos políticos (todos) ni de los parlamentarios (con algunas excepciones) y que la derecha esté tan silenciosa. ¿Qué se estarán negociando? Claramente faltan elementos para el análisis total.

"Razones humanitarias" mantuvieron a Pinochet fuera de la cárcel. Esta vez ese mismo argumento podría beneficiar a 209 condenados por violaciones a derechos humanos. Entre muchos otros, Alvaro Corbalán Castilla, Manuel Contreras Sepúlveda, el Brigadier Pedro Espinoza, Jorge Vargas Bories.

lunes, 28 de junio de 2010

Condena a violaciones a los DD.HH: ¿principio o discurso de la Iglesia Católica?

Por: Mirna Concha, periodista

"Indulto Bicentenario: Iglesia pretende incluir a presos por violaciones a los derechos humanos. Gobierno se complica y deberá zanjar si los aplicará o no", fue el titular de www.cambio21.cl que captó mi atención esta mañana de lunes, mientras el país entero se prepara para ser testigo de un histórico partido de fútbol.

Avancé en la lectura y al encontrarme con la foto de Cristián Precht imágenes de los ochenta inmediatamente vinieron a la mente. Hoy plantea que "hay gente que está en la cárcel porque nunca los hemos perdonado: por delitos políticos, por DD.HH. ¿Seremos capaces como país de darnos la mano y empezar algo nuevo?". Me pregunto que diría el Cardenal Raúl Silva Henríquez.

¿Qué mueve a Precht? ¿Olvidó que la Vicaría acogió a los detenidos, torturados, desaparecidos? ¿Olvidó que José Manuel Parada, sociólogo comunista degollado junto a Santiago Nattino y Manuel Guerrero en marzo de 1985 trabajaba precisamente en la Vicaría al momento de ser secuestrado? ¿Es este el mismo sacerdote, vicario de la solidaridad a fines de los 70, que se paró frente a los "huanacos" para evitar que Carabineros reprimiera a la gente en el Parque O’higgins en el marco de las protestas para denunciar ante el Papa Juan Pablo II, en su visita a Chile en 1987, las violaciones a los derechos humanos? ¿Olvidó a Carmen Gloria Quintana y a Rodrigo Rojas Denegri?

No nos corresponde a los seres humanos perdonar, pero si trabajar por impulsar procesos a través de los cuales se haga justicia en esta tierra y se condene a quienes violan lo más preciado -incluso para la Iglesia Católica- como es el derecho a la vida. ¿Estará apelando Precht a la corta memoria que tiene Chile? ¿Bajo esa lógica por qué condenar entonces el holocausto?

Los dobles discursos sólo confunden, hacen más daño e impiden que la sociedad pueda efectivamente sanar sus heridas. Ojala que prime la cordura y que el 15 de agosto no se indulte a los violadores de derechos humanos, por el bien de nuestra patria, de una eventual reconciliación....en aras del bicentenario.

miércoles, 16 de junio de 2010

No nos mariemos con la "marea roja"

He observado la conducta de la gente, de la masa. No vi el partido por la TV, pero difícil era abstraerse cuando todas las radios también lo transmitían. Relatores aficionados incluían cada minuto de su avance en mensajes vía facebook y twitter. Arreglos especiales se hicieron en los lugares de trabajo para que la gente llegara muy temprano a destino y no se perdiera un instante. Piñera pernoctó en Dichato. Cada cual saque sus propias conclusiones.

Y así se instaló la fiebre mundialera que al minuto 33 coronó a Chile con un gol de Bosejour. En La Araucanía las autoridades inmediatamente buscaron forma de apropiarse al jugador: "sangre mapuche ha hecho historia", decía el relato local de Radio Bío Bio. El jugador tiene ascendencia haitiana y mapuche. ¡El fútbol da para todo!

Entre tanta fiebre mundialera, no pude dejar de recordar a la escritora y periodista canadiense Naomi Klein, quien ha escrito sobre como el sistema neoliberal utiliza situaciones fuera de la cotidianeidad para introducir sus reformas. Anoche, pasadas las 21:30 horas, mientras todo Chile se preparaba y esperaba ansioso lo que ocurriría en Sudáfrica, el diputado René Saffirio daba cuenta en su facebook del resultado de la Comisión de Trabajo donde los ministros de Hacienda y Trabajo discutieron el proyecto de reajuste del salario mínimo. En ese proyecto el Gobierno propuso un reajuste de 3%, sin considerar la propuesta de la CUT: El salario mínimo se aumenta así en $5.000.

Muchos me han calificado de amargada y hasta antipatriota. Asumo que la "marea roja" marea, pero debemos tener cuidado de no perder la brújula.

sábado, 22 de mayo de 2010

Los indígenas y las minorías, los grandes ausentes en la agenda del nuevo Chile

Por: Mirna Concha, periodista
Publicado por www.cambio21.cl
http://www.cambio21.cl/noticia.php?noticia_id=19836&categoria_id=64

¡En Chile no hay espacio ni tiempo para todos! Grandes festejos y alegría se vieron por televisión ayer al término de la primera “gesta histórica” de Sebastián Piñera. Como “robando cámara”, los parlamentarios no titubeaban en emitir su opinión al ser requeridos por los periodistas. Sus voces eran fuertes, claras y seguras. Así se vio a varios representantes de la Alianza y de la Concertación, con actitudes complacientes y bastante satisfechas con las “sorpresas” que salieron del “gorro” del Primer Mandatario, que ya proyecta un gobierno de derecha hasta el 2018. De los entrevistados, sólo los senadores Juan Pablo Letelier y Camilo Escalona, y el diputado Guillermo Tellier aparecieron con posturas más críticas.

Quienes no tienen nada que celebrar son los pueblos originarios. Durante 20 años fueron considerados en cada anuncio de esta tradicional cuenta pública presidencial. De sus dos horas de discurso, Piñera destinó cinco segundos a decir que el alma de Chile requiere de las tradiciones y culturas indígenas. Nada se mencionó sobre la obligatoriedad de la enseñanza del mapudungun que desde el 2011 se debe considerar para escuelas rurales con el 50 por ciento más uno de estudiantes con ascendencia mapuche. Nada se dijo sobre el desarrollo con identidad, y mucho menos sobre la urgente necesidad que Chile tiene de potenciar su oferta pública con pertinencia cultural. Menos, por cierto, se referiría al pendiente reconocimiento constitucional. Se anunciaron modificaciones ministeriales, incluyendo la de eliminar el Ministerio de Planificación y Desarrollo (Mideplan) para dar paso al Ministerio Social, pero nada se dijo sobre el avance del proyecto de ley que crea el Ministerio Indígena, ingresado al Parlamento al término del anterior período presidencial.

Curiosamente medios de prensa hoy dan cuenta de que las palabras de Piñera incluía un par de líneas adicionales sobre este tema pero que por la premura del tiempo, no fueron pronunciadas en un discurso que originalmente estaba pensado en una hora pero que terminó siendo cerca de dos.

El Diario Austral de Temuco indica en su edición de hoy que éste consideraba el siguiente párrafo: "En el año del Bicentenario, ha llegado el tiempo de hacer justicia a nuestros pueblos originarios. Para ello, implementaremos dos programas muy concretos", dice el documento de 46 páginas. Allí se propone la reformulación de la política de tierras, la modificación de la Conadi para crear una verdadera Agencia de Desarrollo Indígena y la urgencia que se le dará al reconocimiento constitucional de los pueblos originarios. Sobre el "Plan Araucanía", expuso que promoverá un desarrollo integral de los pueblos originarios. Para ello se realizarán inversiones en infraestructura en La Araucanía y el Bío Bío y se trabajará para atraer inversiones que generen buenos trabajos. También se mejorará la educación, salud y promoción cultural”.

¿Y no podía destinar unos minutos adicionales a este tema? Las minorías claramente no están entre las prioridades de la administración Piñera. Ninguna tuvo cabida en su hoja de ruta. Como diría el poeta Carlos Pezoa, “tras la paletada, nadie dijo nada

La Concertación se hizo cargo de visibilizar la demanda indígena desde que esta fuera planteada en 1989 en el gran encuentro de Nueva Imperial al entonces candidato Patricio Aylwin. Con errores y aciertos, como en cualquier proceso, se incorporó como política pública. ¿Qué ocurrirá en el futuro? Ya se ha dicho que en adelante el enfoque será urbano; sin embargo, eso es desconocer la esencia misma de estos pueblos originarios cuya cosmovisión tiene un potencial cultural que forma parte de su sobrevivencia, que su relación con la naturaleza, la tierra, el sol y la luna son su esencia.