En condiciones normales un día como hoy sería de felicidad, de celebraciones de un maravilloso día de conquistas alcanzadas por las mujeres del mundo. Sin embargo, amanecí con angustia, añorando la infancia, esa en que la ignorancia de la contingencia, de lo cotidiano, permite que los niños sigan riendo, jugando y soñando en un mundo que está lejos de ser el que les rodea.
Es que es mucho el bombardeo de imágenes, de informaciones no solo de la catástrofe chilena, sino de lo que ocurre en el mundo. La agilidad y rapidez de las comunicaciones no nos permiten sobreponernos de un evento –y mucho menos procesar y asimilar- cuando ya estamos siendo testigos de nuevas atrocidades que al parecer pretenden terminar con nuestra capacidad de asombro.
Hoy recibí un mensaje en el que se señala que “cada día toma mas fuerza lo que el Gobierno de Rusia ha denunciado al mundo, que Estados Unidos estaría provocando los terremotos en Haití y luego en las costas Chilenas,” citándose que “este seria el resultado de un arma disfrazada con las siglas HAARP descubierto por Nicola Tesle quien realizo este invento con la finalidad de entregar electricidad gratuita a la humanidad, pero como no era negocio, se lo compraron y jamás se supo de el fue en el año 1993.”
La información explica que HAARP (programa de investigación de aurora de alta frecuencia) “consiste en la estabilidad de la temperatura en el planeta, envían impulsos electromagnéticos a la ionosfera y su centrales de impulso se encuentra en Alaska, estos envían un pulso magnético al espacio a un punto especifico de la ionosfera y este rebota como un reflejo; es decir puede ser dirigido a un lugar de la tierra tal lo fue en Haití y Chile probablemente”. Y agrega que “estos impulsos cambian el clima, gatillan volcanes y terremotos y funcionan en el campo electromagnético del cerebro de las personas HAARP Existe y nadie lo ha negado.”
¿Será tanto el deterioro humano? Tiendo a poner en duda esta información, pero más de una vuelta habrá que darle cuando a esto se suma el documento de 85 páginas de Elsevier, líder mundial en publicaciones científicas, técnicas y médicas que el 30 de marzo de 2007, a través de un equipo de nueve científicos, entre los que se incluye J. Campos, del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, emanó un texto en el que se midió la acumulación sísmica que ya entonces existía entre Concepción y Constitución.
El escrito –en inglés- concluye que en la parte sur del hueco Concepción-Constitución se muestra lo suficientemente grande como para “producir un terremoto muy grande de alrededor de Mw=8.0-8.5. Este es por cierto el peor escenario, lo que debería ser definido con mayor precisión con trabajo de investigación adicional.”
Ante tanto desconcierto y desconocimiento, recurrí a la fuente mas cercana, el meteorólogo Angel Concha Caldera, mi padre, exonerado de la Fuerza Aérea de Chile con motivo del golpe de Estado. “Los terremotos se pueden predecir, sin adelantar con precisión el día y la hora. Pero la zona y la intensidad fueron indicadas con base científica en el informe que comentas”, me respondió.
¿Frente a qué estamos? ¿Cuál es el límite de los seres humanos? Que los lectores saquen sus propias conclusiones.
Bueno, en el supuesto que esto fuera cierto, en Haití les funcionó a la perfección, Haití es actualmente una colonia más tomada por los militares norteamericanos, pero, en Chile, ¿cual sería el objetivo?, una simple experimentación cinetífica?, buscar la forma de quebrar a Chile, económica y moralmente, para hacerlo más dependiente aún de lo que ya es de USA?, o, como ganó la derecha que tiende a ser más dura frente a los dominios externos, la idea es ablandarlos?...u otra opción?...
ResponderEliminarPintores de la Araucanía, no puedo responder todas tus interrogantes, pero solo te puedo comentar la información titular de la prensa de hoy: Piñera está en USA buscando ideas para un plan de reconstrucción...
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